Fuente de inspiración
La inspiración es el despertar en el ánimo; un sentimiento que nos lleva a hacer algo.
Nuestra inspiración debe venir de Dios. Y, para buscarla, necesitamos tiempo de leer, escuchar música, caminar, meditar en Él…Esto es lo que el diablo busca robarnos.
2 Timoteo 1:9 «quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.»
El propósito De Dios no es solo llenar tu vida, sino que de lo que Él te da, lo compartas. A veces hay mucha insatisfacción porque no estamos cumpliendo el propósito para el que hemos sido llamados.
Estamos aquí para poder llevar el amor de Dios a través de lo que Él ha hecho en nuestras vidas.
¿Qué está inspirando tu vida?
Hay veces que Dios nos tiene que llevar a situaciones de confrontación, porque es donde aprendemos a ver y valorar lo que él ha hecho en nuestra vida.
Lo que tú siembras siempre va a dar fruto. Por eso, antes de tomar cualquier decisión, busca a Dios y pide su revelación. Que no te movilicen las situaciones, sino aprende a moverte en Dios y en Su palabra.
Hay cosas que Dios tiene preparadas para ti, y si no las haces, se quedan sin hacer. Entre todos podemos sacar adelante el barco en el que estamos, y ver la grandeza de Dios.
¿Donde estamos invirtiendo nuestro tiempo? Debemos aprender a tener un equilibrio entre las cosas del mundo y las cosas de Dios.
No es la idoneidad, es la fidelidad lo que premia Dios. Hemos sido llamados a llevar el evangelio a otros. No nos enredemos en las cosas naturales, prioricemos.
Tenemos que predicar la palabra de verdad ahí donde Dios nos ha puesto.
Él es fiel contigo y no va a dejar de seguir siéndolo. Los cielos se van a abrir en el momento en el que nos pongamos en sintonía con el Espíritu Santo.
Cuando tomamos la inspiración del mundo, estamos trabajando en la sabiduría de los hombres. No estamos trabajando para Dios.
Si nuestra inspiración De Dios, estamos trabajando a su favor y Él nos va a bendecir en todas las áreas que emprendamos.
Colosenses 2:6-7 «Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.«
Necesitamos vivir en gratitud. Debemos dar gracias a Dios en todo, con lo que tenemos, con lo que somos.
Andemos como el anduvo, siendo bendición y llevando bendición. No es suficiente tener conocimiento de Dios, sino que también tenemos que vivirlo. Que seamos una carta leída que los demás puedan ver.
El aire limpio tiene que sustituir el aire sucio, el ánimo y la motivación, a toda duda. La comunión con los hermanos, a vivir solos y en nuestro mundo. A hablar otros de Cristo, no solo vivir para ti. Dar a otros por amor a los escogidos. Dios es el que hace la obra en nosotros.
Los encuentros con Dios nos llevan a conocerle, cuando le conocemos sabemos cuál es su voluntad y esto nos inspira a actuar para que se cumpla.
No perdamos nuestra fuente de inspiración.